Vuelve España, vuelve el fútbol con mayúsculas

"Qué Bien, vuelve a jugar España". Frases como ésta eran impensables hace algunos años. Normalmente los partidos de España se tomaban como un "marrón", estorbaban, aburrían y luego se decían cosas como "Para qué clasificarnos si luego en cuartos nos iremos a casa". Todo ésto ha cambiado desde que España ha empezado a ganar cosas y, sobre todo, a enganchar con su fútbol.

Lejos quedan los partidos con Javier Clemente de seleccionador. El ciudadano de Barakaldo amante del "Patapum parriba" y cuyas alineaciones se basaban, en ocasiones inexplicablemente, en el "Zubizarreta y 10 más". "Zubi" hizo buenos partidos con España, es cierto, pero Clemente se empeñó en seguir poniéndole cuando se le había "pasado el arroz". Además dentro de esos "10 más" a los que nos hemos referido entraban jugadores como Amor, Pizzi o Salinas, que aunque no jugaban en sus equipos eran "los favoritos del míster" y siempre iban.

Camacho dotó de más sentido a las convocatorias llevando a jugadores por su méritos. Con él debutaron Alkiza, De Pedro y Tristán en su mejor momento entre otros. Aunque, como todo seleccionador, Camacho tenía sus "manías" con algunos jugadores como el llevarse siempre al central Paco Jémez cuando Karanka, actual segundo de Mourinho en el Madrid, atravesaba un momento dulce en su juego con los blancos, con los que era titular indiscutible. La llegada de Iñaki Sáez nos hizo retroceder en el tiempo y volver al "Clementismo de las tinieblas y el mal juego". España se presentó en la Eurocopa de Portugal con un equipazo, pero la filosofía de Sáez que se resumía en "Un sistema por encima de todo y de todos de 4-2-3-1 aunque vayamos perdiendo" nos mandó a casa en la primera fase.

Con Luis, España pasó por muchos altibajos, pero los jugadores se apretaron los machos y se ganó una Eurocopa tras el enémiso ridículo mundialista. Pese a quien pese "Zapatones de Hortaleza" ganó el primer título en más de 40 años y dotó a España de un estilo de juego "el del toque". Con Del Bosque, el estilo no se ha perdido, el salmantino nos ha dado un Mundial y ahora mismo me parece que por su carácter, su saber estar y su sentido común en las convocatorias es el mejor seleccionador posible. España tiene doble cita esta semana y estoy seguro que con la motivación extra que suponen los partidos oficiales, "La Roja" volverá a ofrecer la mejor versión de sí misma.